La cocina es una actividad terapéutica, que en la monótona repetición de ciertos actos y el cumplimiento riguroso de los métodos cumple un rol apaciguador del espíritu.
La cocina es un diálogo permanente entre expectativas y frustraciones, entre errores y aciertos.
La cocina transforma la necesidad en gozo y placer, es un tesoro que transforma la vida diaria y eleva el espíritu, es un denominador común que cruza las fronteras, hace amistades y consolida relaciones.
Es, en fin, un vínculo de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario