Comi unos ravioles de jaiba inolvidables y la carne que pedimos estaba muy bien preparada.
De postre pedimos un turrón de avellanas con masa de pistachos y helado de bocado, que venía decorado con una almendra caramelizada. Y el otro postre consistía en hojas delgadas de chocolate blanco con frutos rojos.....rico pero muy relajante...solo para los adictos a este chocolate.
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